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Insectarios: Aliados Naturales en la Defensa de los Cítricos

Devorador de Cotonet

Este artículo destaca el papel clave de los insectarios públicos en el control biológico como herramienta sostenible para proteger los cultivos.

Introducción:

En el corazón de una agricultura sostenible y resiliente se encuentra una estrategia milenaria con renovado impulso científico: la lucha biológica. Frente al reto de controlar plagas que afectan a cultivos de alto valor como los cítricos, los insectarios públicos desempeñan hoy un papel clave en la producción, aclimatación y distribución de insectos auxiliares. Estos enemigos naturales actúan como depredadores o parasitoides de plagas, contribuyendo al equilibrio ecológico y a la reducción del uso de pesticidas.

¿Qué es la lucha biológica?

La lucha biológica consiste en el uso de organismos vivos -depredadores, parasitoides o patógenos- para mantener a raya las poblaciones de plagas por debajo de su umbral económico de daño. Esta estrategia se integra en programas de gestión integrada de plagas (GIP) y puede adoptar diversas modalidades:

  • Control biológico de conservación: se favorecen las poblaciones autóctonas de enemigos naturales mediante prácticas que mejoran su hábitat o reducen los factores que interfieren con su eficacia (p. ej., evitar plaguicidas de amplio espectro).

  • Control biológico clásico: se introducen especies exóticas previamente evaluadas y aclimatadas, con el objetivo de que se establezcan de forma permanente en el ecosistema agrícola.

  • Control biológico inoculativo: se liberan pequeñas cantidades de enemigos naturales al inicio del ciclo del cultivo, esperando su multiplicación in situ.

  • Control biológico inundativo: se liberan grandes cantidades de enemigos naturales cuando la plaga ya ha alcanzado niveles críticos.

Para llevar a cabo esta lucha biológica es necesario contar con insectarios.


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¿Qué es un insectario?

Los insectarios son lugares donde se reproducen especies de insectos útiles para combatir las futuras plagas. Son espacios habilitados con el fin de reproducir las condiciones de la naturaleza y favorecen la cría y reproducción de una especie de insecto. Son lugares cerrados, normalmente en oscuridad y cuentan con equipos que controlan la temperatura, humedad relativa entre otros parámetros. En estas salas los insectos encuentran las condiciones favorables para su reproducción, además se les proporciona el alimento que necesitan para poder crecer y reproducirse. Una vez reproducidos el objetivo es introducirlos al medio natural para que desempeñen su función de control.

La labor de los insectarios públicos

Los insectarios públicos representan un recurso estratégico fundamental para la lucha biológica en la agricultura. En el caso de los cítricos, cultivos de alto valor económico y gran extensión en regiones de España como la Comunitat Valenciana, Andalucía y Murcia, el uso de enemigos naturales como parte del control biológico está cada vez más presente y promovido desde la Administración.

Uno de los casos más representativos es el trabajo realizado por los insectarios de la Generalitat Valenciana, estos están ubicados principalmente en Silla (Valencia) y Almassora (Castellón), desde donde se actúa en dos frentes complementarios:

1. Control biológico clásico y aclimatación

Uno de los objetivos principales de estos centros es la introducción, cría y suelta controlada de especies exóticas. Una vez superada la cuarentena y garantizada su seguridad ecológica, los técnicos realizan sueltas periódicas para facilitar su establecimiento en el medio. Esta fase de aclimatación es crítica para que, a largo plazo, el control biológico se sostenga por sí mismo sin necesidad de repetidas aplicaciones.

2. Control biológico inundativo y reparto a agricultores

Los insectarios también crían depredadores que no pueden establecerse de forma permanente en el entorno, pero que son muy efectivos para controles puntuales. Es el caso de:

  • Cryptolaemus montrouzieri: conocido como "escarabajo devorador de cotonets", se utiliza contra Planococcus citri (cotonet de los cítricos) y otros pseudocóccidos.

  • Rodolia cardinalis: empleado para combatir Icerya purchasi (cochinilla acanalada).

Insectarios nodriza: creando una red colaborativa

Además de producir y distribuir insectos, los insectarios públicos fomentan una red de colaboración con agricultores y entidades interesadas en reproducir enemigos naturales por su cuenta. Este modelo, denominado "insectario nodriza", permite descentralizar la producción de fauna auxiliar.

A quienes deseen formar parte de este programa se les proporcionan tanto ejemplares como formación técnica, con el compromiso de que la cría se realice sin ánimo de lucro y con fines de control biológico en explotaciones agrícolas propias o de socios.

Puedes consultar el procedimiento para convertirte en insectario colaborador en la plataforma oficial de la Generalitat (ver procedimiento).

También los agricultores pueden solicitar estos insectos de forma gratuita, dependiendo de la disponibilidad, contactando con la Conselleria a través de su procedimiento oficial online (enlace al trámite). Ahora está abierto el plazo para solicitar Cryptolaemus Montrouzieri y poder controlar las especies de Cotonets presentes.

¿Qué especies se crían actualmente?

La lista de insectos útiles que se reproducen en los insectarios públicos valencianos incluye:

  • Cryptolaemus montrouzieri
  • Rodolia cardinalis
  • Chilocorus bipustulatus
  • Coccidophilus citricola
  • Encarsia perniciosi
  • Comperiella bifasciata
  • Psyttalia concolor

Cada especie tiene un espectro de actuación concreto y es importante conocer las condiciones de suelta, así como su compatibilidad con tratamientos fitosanitarios.

Compatibilidad con fitosanitarios: un aspecto clave

El éxito del control biológico depende, en gran medida, de minimizar los efectos secundarios de los productos fitosanitarios sobre la fauna útil. La Administración ofrece herramientas para consultar las materias activas autorizadas y los tiempos de espera recomendados para evitar daños a los insectos liberados.

Además, existen estudios actualizados sobre los efectos secundarios de diversos plaguicidas sobre enemigos naturales en cítricos. Estas tablas son esenciales para ajustar los tratamientos convencionales a estrategias integradas. Puedes consultar la información aquí.



 

cryptolemus depredando
Cryotolemus depredando
Daños del cotonet de Sudafrica
2 Daños del cotonet de Sudafrica
daños fruto maduro cotonet
3 Daños del Cotonet en fruto maduro. Foto: Generalitat Valenciana
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Cryptolaemus montrouzieri: un caso de éxito

Cryptolaemus montrouzieri es un coleóptero que pertenece a la familia Coccinelidae, depredador de distintas especies de cochinillas algodonosas en todos los estados de desarrollo, como Planococcus citri, Planococcus ficus, Pseudococcus longispinus, Pseudococcus viburnii, Delotococcus aberiae, entre otras. Estas cochinillas atacan principalmente a los cítricos, afectando sus frutos y reduciendo las producciones lo que causa grandes pérdidas económicas a los citricultores.

Este insecto es originario de Australia, fue introducido con éxito en EE.UU. en 1892 y posteriormente, en España en 1927, a través del insectario de Burjassot (Estación de Fitopatología Agrícola de Levante). Según el informe técnico de Federico Gómez Clemente1, uno de los primeros grandes hitos de la lucha biológica en cítricos en España se produjo en 1929, cuando se liberaron ejemplares de Cryptolaemus en la Colonia Agrícola de San Pedro de Alcántara, Málaga. La aclimatación fue un éxito total:

  • En la primavera siguiente a la suelta, los depredadores comenzaron a emerger masivamente de sus refugios invernales e invadieron los huertos de cítricos.

  • El impacto fue tan inmediato y contundente que la población del cotonet fue completamente diezmada, y los insectos se dispersaron incluso por el suelo buscando alimento que ya no estaba disponible, al haber eliminado a la plaga objetivo.

Este hito no solo demostró la eficacia del Cryptolaemus, sino también la importancia de contar con insectos públicos capaces de reproducir y distribuir estos depredadores en el momento adecuado.

Hoy en día se sigue trabajando en la reproducción del Cryptolaemus en los insectarios públicos y en los insectarios colaboradores. Hay que tener en cuenta las recomendaciones del Ministerio de Agricultura para que su suelta sea un éxito. Por ejemplo:

  • Dosis recomendada: 2.000 individuos por hectárea.
  • Realizar dos sueltas con un intervalo de 10-12 días.
  • Distribuir los insectos uniformemente y concentrarse en las zonas infestadas.
  • Liberar los adultos en el interior de los árboles, evitando el calor del mediodía.
  • Comprobar la presencia de larvas 15-20 días después de la suelta.
  • Controlar las poblaciones de hormigas, que pueden dificultar la eficacia.
  • Liberar los insectos inmediatamente después de recibirlos, o almacenarlos a 10-15 ºC durante un máximo de 48 horas.

 



Conclusión

El camino hacia una agricultura sostenible y resiliente pasa necesariamente por estrategias de control respetuosas con el ecosistema, donde la lucha biológica ocupa un lugar central. Los insectarios públicos, como los impulsados por las Administraciones, demuestran que es posible implementar programas de control biológico eficaces, seguros y accesibles para los agricultores. Casos como el del Cryptolaemus montrouzieri -con resultados históricos y actuales en el control de cotonets- son una muestra clara del potencial de estas iniciativas.

Además, el modelo de insectarios nodriza y la colaboración entre Administración, técnicos y productores refuerzan una red agroecológica que empodera al sector citrícola y reduce su dependencia de insumos químicos. Liberar insectos útiles en el momento adecuado, con dosis recomendadas y en condiciones técnicas óptimas, no solo mejora el control de plagas, sino que promueve la biodiversidad funcional en las explotaciones.

Invertir en conocimiento, capacitación y redes colaborativas es tan importante como criar insectos beneficiosos: el éxito del control biológico está en manos de todos. En un contexto de cambio climático, regulación ambiental y exigencias del mercado, los insectarios son, más que nunca, aliados naturales en la defensa de los cítricos.


 

References

  1.  Gómez Clemente, F. (1932). El Cryptolaemus Montrouzieri Muls. Parasito del Pseudococcus Citri Risso (Cotonet o algodón del naranjo). Servicio Agronómico Nacional, Estación de Fitopatología Agrícola de Levant.